Ganes, lo que se diz ganes había muches pero power, más bien poco y es que tras una botellita de vino de la cena del día anterior y de sobar poco porque la habitación parecía una caldera en pleno Diciembre, les fuerces parecíen flaquear. Menos mal que a cabezón nun me gana nadie así que... Agarramos la fregoneta y arrancamos Portalet arriba a la marcheta. Llegamos bien pronto y tras unos escasos 10 km de descenso localizamos la casita de madera, el aparcamiento, el río y los bloques. El sitio bien merece una visita. Las caidas son buenonas, el granito te pone la piel a la "virulé", tienes un río que pasa a 5 metros para poder refrescarte en caso de mucho calor, y no hay nada de pateo desde que dejas el vehículo. Hay de todo, de equilibrio, más altos, más pequeños, planchotes a 45 o 50 grados de desplome, travesías etc etc... Total que enseguida localicé el bloque que quería hacer. Menos mal que enseguida me puso en mi sitio y me despellejó los dedos,así que en consecuencia opté por hacer todo lo que viese da igual estado y condición, eso sí, con las limitaciones del grado. Los bloques están divididos por colores siendo los más faciles los verdes y los más dificiles los que teníen flechita negra. Total que a las catorce horas ya nun había paisano, bueno paisano sí pero piel, lo que se diz piel... Menos mal que mañana descanso pa poder atacar con todo lo que me queda de blokar. Gracies a mi querida Sandra por esos porteos maravillosos, por arrastrar la colchona de un lugar a otru del bloque, por eses fotarres que me sacó (casi no se me ven los michelines y sin photoshop oyisti) y por seguir a esti fulano de un llau a otru de España en esta misión llamada "QUEMAR TANQUES".
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